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domingo, 27 de marzo de 2016

Tutoriales realizados por los alumno de 4º de Primaria del CEIP Pérez de Valero de Los Cristianos Tenerife

Tutoriales realizados por los alumno sde 4º de Primaria del
CEIP Pérez de Valero de Los Cristianos Tenerife
Maestro: Marcos Marrero Cárdenas





















miércoles, 23 de marzo de 2016

lunes, 21 de marzo de 2016

Maestro Javi Rojas
Canal de youtube; Javi Rojas



domingo, 20 de marzo de 2016

MARCO MARRERO CARDENAS
Ceip Pérez de Valero. Los Cristianos, Tenerife

4 Estrategia doble y mitad

5. Estrategia doble y mitad


6. Estrategia doble y mitad


sábado, 19 de marzo de 2016

1 Estrategia doble y mitad 00109


Maestro MARCO MARRERO CARDENAS
Ceip Pérez de Valero. Los Cristianos. Tenerife

3. Estrategia doble y mitad



2. Estrategia doble y mitad

1 Estrategia doble y mitad










jueves, 17 de marzo de 2016

Sistema para aprender las tablas de multiplicar sin memorizar II

Añadido un nuevo Canal, el de Javi Rojas. Lo encontramos a la derecha. Aquí un ejemplo de su dicho canal.

TABLAS DE MULTIPLICAR


domingo, 13 de marzo de 2016

PRINCIPIO 25 OAOA

PRINCIPIO 25 OAOA


2025
Año de la  Desaparición total de  de los  Algoritmos Tradicionales TANA
(OPERACIONES aritméticas, Raíz cuadrada, Límites, Derivadas, integrales, matrices ...)
de la Educación Matemática


2025
Año de la  Implantación definitiva  de  los OAOA   Que fomentan  el Razonamiento lógico-matemático,  de las calculadoras  (Básicas, Gráficas, Simbólicas ...)  Tecnologías y Nuevas.

Para Una mejor Educación Matemática
en infantil, primaria, secundaria y universidad)

PRINCIPIO OAOA 24

CÓMO SE ENSEÑA LA ARITMÉTICA
Domingo Tirado Benedí
Fernández editores, s.a. México (1953)

Capitulo V: El material para la enseñanza del cálculo y de la medida

LAS MÁQUINAS DE CALCULAR (pág 91)

Hemos preconizado la iniciación en el cálculo mecánico (cálculo con máquinas) para los alumnos de los últimos grados de la escuela primaria y para los practicantes en los cursos complementarios, sobre todo de las escuelas y de los grupos escolares de las ciudades.

*La preocupación por parte de los docentes por la introducción de tecnología en las aulas, no es nueva. Ese interés es tan antiguo como la escuela misma. Y de la misma edad son los grupos ideológicos que se oponen a su uso en las clases. ¿Por qué? ¿cuáles son las razones y sus argumentos?.

 Estas máquinas son ya vulgares en las oficinas públicas y de estadística, en las casas importantes de comercio, en las empresas de ferrocarriles, de navegación, de seguros, bancos, etc., por esta razón su conocimiento se va haciendo cada vez más necesario, lo mismo que sucede, en otro orden, con las máquinas de escribir.

*Si las máquinas de calcular de 1953 se consideraban habituales en las oficinas y centros de trabajo, que podríamos decir hoy en día de las calculadoras, que podemos considerarlas universales. ¡Están en todas partes! Menos donde se debería enseñar a usarlas con un sentido práctico: la escuela.

Es indudable, por otra parte, que la escuela no debe encerrarse en las cuatro paredes de la sala de clases y que, en las visitas escolares debe ponerse en relación con las fábricas, talleres y oficinas de las mencionadas empresas. Por eso vemos con gran complacencia, que muchos manuales escolares, destinados a los citados grados, dan cabida a lecciones y ejercicios sobre el empleo de tales máquinas, sobre todo de las marcas principales y más conocidas: aritmómetros, contómetros, adógrafos (máquinas sumadoras, regla de cálculo, planímetro, etc.

*En la actualidad (siglo XXI), vienen orientaciones específicas en los curriculum oficiales y en los libros de texto sobre el uso de la calculadora en todos los niveles educativos. Pero, siguen sin tenerse en cuenta para nada  estas indicaciones en las aulas. Los profesores que utilizan estas herramientas son muy pocos.

Hay pedagogos (en particular muchos de los pegados a la rutina tradicional y entusiastas preconizadores de la quincallería pedagógica a que hemos aludido antes), que se oponen tenazmente a la iniciación en la escuela del cálculo mecánico: pero sus razonamientos teóricos se estrellan contra los hechos que lo imponen, de la misma manera que resultaron inútiles todas la impugnaciones que se hicieron en otros tiempos, todavía no muy lejanos, contra la introducción de la maquinaria en la técnica industrial y en la agricultura. Acorralados con estos incontrovertibles argumentos pragmáticos, dichos metodólogos se aferran al la complejidad de la técnica del cálculo mecánico y a la imposibilidad  de su introducción en la escuela por la cuantía o costo de los aparatos. En cuanto a lo primero, replicamos sencillamente que no es cierto, en modo alguno que el cálculo con máquinas sea complicado y difícil, sino mucho más sencillo que el ordinario y tiene sobre él la incomparable ventaja de su rapidez y de su seguridad.


*En el año 1979, en las primeras jornadas de la Sociedad Canaria “Isaac Newton”, había un grupo de profesores que trabajó sobre “el uso de la calculadora”, señalando como conclusiones la dificultad para el uso de las calculadoras: el costo de las mismas; y el inconveniente de su uso para el cálculo mental (punto de vista que no es cierto).

En cuanto al segundo extremo podríamos replicar que más caras son las máquinas de escribir y ya las tenemos abundantes en muchas escuelas, pero tal respuesta no se ajustaría a  nuestras ideas, toda vez que la objeción implica un concepto de la escuela muy distinto del que preconizamos. Sabido es que en las escuelas vocacionales, industriales y de preaprendizaje se tropezaba también, al organizar sus enseñanzas, con el inconveniente de la carestía de la maquinaria y del material y su imposibilidad de renovación al mismo compás del progreso de la técnica; pero que justamente, el plan cooperativo, ideado y aplicado en Cincinnati (EEUU) por Herman Schneider ha dado la clave para resolver esta dificultad . Además, el principio en el que se fundan muchas de tales máquinas es tan sencillo (regla de cálculo o lagaritmica, combinaciones de discos y cilindros giratorios, planímetros, intégrafos, etc), que hasta pueden ser construidos con extraordinaria y sorprendente facilidad con el propio taller de la escuela.

*Por suerte, no tenemos que preocuparnos por construir las calculadoras en la escuela, sólo de hacer un uso adecuado de la misma para el desarrollo del cálculo mental y la resolución de problemas.

      La relación íntima que debe existir entre la escuela y su medio (el hotar, el pueblo, el campo, el taller, la fábrica y la oficina), cuando sea otra cosa distinta de vanos proyectos teóricos, permitirá la más fácil y eficaz solución a estas cuestiones, que en la vieja escuela, aislada, hermética y alejada del trabajo social, naturalmente, eran de imposible solución.

*Es incomprensible que en el año 2012 las calculadoras sigan sin entrar de manera definitiva en el sistema educativa, y los profesores sigan explicando algoritmos inútiles (primaria, secundaria, bachillerato y universidad)que nadie utiliza en la vida cotidiana o en el mundo laboral.


Domingo Tirado Benedí fue un maestro español que emigró a México por la Guerra Civll Española.  En México desarrolló una gran labor docente y educativa en diferentes campos  sociales.

*Comentarios de Tony( tonycapicua@hotmail.com)

Cuestiones para reflexionar:

1.¿Qué ha cambiado después de 50 años?
2.En el uso de las calculadoras, ¿Por qué  se sigue pensando lo  mismo que hace 60 años?
3.¿Dónde está tu mente de profesor/a, en los años 1950 o en el siglo XXI? ¿Por qué? ¿Cuánto tiempo vas a seguir así?

4.¿Qué se puede hacer para modificar los esquemas de pensamiento de los profesores de matemáticas?
PRINCIPIO OAOA 23

la tribuna DIARIO DE CÁDIZ

Hay que acabar con las cuentas

Jaime Martínez Montero / Inspector De Educación | Actualizado 19.01.2009

LAS matemáticas cosechan los peores resultados escolares, obtienen los rendimientos más bajos en las evaluaciones internacionales, acumulan las mayores actitudes negativas hacia el aprendizaje. El planteamiento de su enseñanza, alejado de las necesidades del niño y ajeno a su forma de construir el conocimiento, desnaturaliza la evolución de los estudiantes y su ubicación en las futuras ramas del saber. Son muchos los que eligen ciertas clases de estudios, no porque les gusten o porque se sientan especialmente atraídos, sino por huir de las matemáticas y para no tener que seguir enfrentándose a una permanente fuente de frustración. ¿Dónde comienza a originarse este problema? ¿Cuál es el manantial que nutre este río de efectos tan devastadores?: tal vez en la forma de trabajar el cálculo en las escuelas.

No se enseña a calcular, sino a hacer cuentas. No se desarrollan las destrezas innatas de cálculo con las que venimos al mundo los seres humanos, sino que se aprenden instrucciones de memoria para hacer cuentas. De este modo, el alumno especialmente dotado para trabajar con significantes es el que puede salir adelante, y se quedan en el camino, artificialmente y sin ninguna razón que lo justifique, niños y niñas que odiarán una materia incomprensible para ellos y para la que, con una adecuada metodología, estarían muy preparados y muy bien dispuestos.

Los formatos que presentan las operaciones básicas son altamente inadecuados para el desarrollo de la más mínima competencia matemática, puesto que para lo único que sirven es para engordar la memoria de significantes. Exigen un modo de operar sin flexibilidad, sin control de los cálculos intermedios, con desprecio del sentido del número. Para hacer cuentas sólo se requiere buena memoria. No hay que pensar ni reflexionar, no hay que deducir ni extrapolar. Sólo hay que repetir y repetir, sea el alumno más o menos hábil o posea mayor o menor inteligencia. La metodología actual del cálculo contamina todos los restantes procesos y los echa a perder. No es posible la renovación de la enseñanza de la matemática ni la elevación de su nivel de aprendizaje si no se remueve con energía y se cambia por completo la enseñanza del cálculo con las actuales operaciones.

Los adultos no hacemos cuentas desde hace muchos años. Sí hacemos cálculos, pero no cuentas. Normalmente hacemos cálculo mental, aproximaciones y estimaciones. Cuando tenemos que afinar, usamos la calculadora. Además hemos perdido la fe en ellas. No dudaríamos en repasar la cuenta que en la tienda o en un gran almacén nos hubieran hecho manualmente. Nos quedaríamos extrañadísimos si las cuotas de un préstamo o los plazos de una hipoteca nos los hiciera el empleado del banco a base de papel y lápiz. Las cuentas han quedado irremediablemente obsoletas. El anterior empleado de banco, obrando como acabamos de describir, nos produciría el mismo asombro que un médico que nos recetara bicarbonato para curarnos la úlcera o una sangría para bajar la tensión arterial. La tremenda realidad de las cuentas es ésta: no sirven para nada. Se emplean horas y horas en que los niños aprendan a hacer los cálculos de una manera que nunca van a emplear, mientras que el procedimiento que van a usar habitualmente a lo largo de la vida no se trabaja. Así son las cosas.

Hacer cuentas con los actuales formatos es fomentar un modelo rancio, que se origina en unos momentos históricos en los que las exigencias matemáticas de los escolares y la utilización de las destrezas del cálculo en la vida profesional eran absolutamente diferentes a las necesidades y a los medios actuales. ¿Alguien va a conseguir un empleo porque sepa hacer las cuentas con mayor o menor rapidez, con mayor o menor exactitud? ¿Nos hemos fijado en cómo se reparte el trabajo de cálculo en las empresas o entidades entre las máquinas (ordenadores, calculadoras, etc.,) y las personas que en ese lugar trabajan? ¿Se ha comparado ese reparto del trabajo del cálculo con el que se hace en cualquier escuela? ¿Se piensa de verdad que dentro de 10 ó 15 años los futuros adultos van a necesitar realizar cálculos de la forma en que los aprenden ahora en el colegio?

La contestación a las preguntas anteriores muestra la obsolescencia de las prácticas algorítmicas escolares, pero no, naturalmente, que los escolares no tengan que realizar cálculo alguno. Los niños tienen que aprender a calcular y a estimar, pero de otra forma más comprensiva, conectada con la realidad y con capacidad de transferencia a conceptos matemáticos superiores. Es muy urgente la reactualización de los maestros en este campo y la mejora de su formación. No nos engañemos. Le podremos echar la culpa al empedrado, pero si en matemáticas seguimos haciendo lo mismo, nos quedaremos donde estamos.

Jaime Martinez Montero, Inspector de Andalucía

         REFLEXIONA SOBRE LAS SIGUIENTES CUESTIONES

  1. ¿Por qué seguimos haciendo los mismos Algoritmos Tradicionales de las Operaciones (ATOA) que hace 800 años? ¡Si desde principios de los años 70 del siglo XX, no son útiles, nadie los hace fuera del sistema educativo!

  1. ¿Por qué siguen siendo las Matemáticas el área con mayor fracaso escolar?


  1. ¿Qué se puede hacer para cambiar la situación descrita en el texto?
PRINCIPIO OAOA 22

ANÀLISIS Y REFLEXIÓN SOBRE EL MANIFIESTO  EN CONTRA DE LOS ALGORITMOS TRADICIONALES DE LAS OPERACIONES ARITMÉTICA (ATOA)                                                
Movimiento OAOA Matemáticas
Movimiento Matemáticas OAOA

Introducción contextual

En el año 2002 muchos docentes del Movimiento OAOA Matemáticas elaboramos, y dimos a conocer el Manifiesto en contra de los algoritmos tradicionales de las cuatro operaciones aritméticas y de la raíz cuadrada (ATOA)”. A casi 15 años de la proclamación del manifiesto, siguiendo trabajando desde una perspectiva de constructivismo y de investigación-acción en el razonamiento lógico-matemático, y ante los positivos resultados obtenidos en estos años pretendemos hacer un análisis y reflexión sobre el mismo.

Ratificamos la validez de las ideas que recoge, y vemos por la experiencia acumulada a lo largo de estos años que para que se puedan poner en práctica las cuestiones que plantean son necesarias decisiones políticas ya que de otra manera, los cambios son muy lentos. Cada vez son más las maestras y maestros que se dedican a la innovación en sus aulas, para mejorar los métodos de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas, pero con  respecto al total son una minoría, que algunos autores cifran aproximadamente en un 20% (OAOA)frente al 80% (ATOA) que se resiste a realizar ningún cambio en sus prácticas de aula.
Para la comprensión del artículo, incluimos, en cursiva, el Manifiesto tal cual fue redactado en su día y a continuación un breve comentario del análisis efectuado a partir de la demanda de este artículo.

El Manifiesto ayer y hoy

1º) La enseñanza y el aprendizaje de los ALGORITMOS TRADICIONALES DE LAS OPERACIONES ARITMÉTICAS (ATOA) ha dejado de ser útil para la sociedad mundial del siglo XXI.
                       
4.567 + 789 + 6.908 + 12.345 + 34 =                              67.987 – 8.899 =
23.456 x 78 =                                                                      789.342 : 67 =         
657,89 x 34,5 =                    6789,78 : 34,5 =                  Raíz cuadrada de 899,8

En la actualidad, ninguno de estos procedimientos se hace fuera de los centros escolares, y no aportan ni desarrollan  ninguna habilidad cognitiva que mejore el razonamiento lógico-matemático, siendo esto último el objetivo fundamental que debe predominar en todas las acciones que hacemos los educadores matemáticos con nuestros alumnos.
No existe ningún centro comercial , financiero (Bancos, Cajas de Ahorros,...), empresas (gasolineras, supermercados,...), laboratorios, etc; donde veamos realizando en el año 2002 (lo mismo que hace dos décadas) las operaciones aritméticas (sumas, restas, multiplicaciones y divisiones)  con bolígrafo y papel. Por lo tanto, esos algoritmos deben desaparecer del trabajo escolar. En definitiva, deben morir, no son útiles. Son parte de la Historia de la Pedagogía.

¿Debemos esperar a la III Guerra Mundial (ojalá que nunca ocurra) , para que cambie el panorama mundial tal como lo conocemos hoy en día, y desaparezcan todos los instrumentos de cálculo electrónico, para volver a reconsiderar la utilidad de estas prácticas?

Por desgracia,  estas  prácticas rutinarias  siguen ocupando la mayor parte del tiempo de las clases de matemáticas sin que se vea claro su final y  sustitución por otros algoritmos que sí desarrollan el cálculo mental y la resolución de problemas.
Estos ATOA que han estado vigentes y siendo útiles desde su aparición en Europa, en 1202 en el libro del Ábaco de Fibonacci, hasta comienzos de los años 70 del siglo XX, donde aparece y empieza a generalizarse la calculadora; hecho que da lugar a la modificación de las formas  de calcular en la vida diaria y creando la necesidad de modificar la enseñanza del cálculo en la escuela.

Desde todos los foros de entendidos, se propone el trabajo escolar en el desarrollo de competencias básicas y en la preparación para la vida cotidiana. Pero, la escuela sigue trabajando  los ATOA, que ya no son útiles, porque nadie los emplea en los cálculos cotidianos. Se utilizan  las calculadoras, que se equivocan menos que las personas. Por lo tanto, se hace necesaria la enseñanza de estrategias de estimación y aproximación como bien recogen las propuestas curriculares,  pero que por lo general no se transmiten en la escuela. ¿Por qué? Aunque la razón no será única, si es decisiva la que tiene que ver con la formación de los maestros y el desconocimiento de los mismos de estas estrategias de aproximación, para hacer didáctica de la estimación. Motivo, por el cual sigue transmitiendo lo que conoce que son los ATOA, que aprendió en la escuela primaria cuando era alumno. Y que la formación inicial de Magisterio, tampoco pudo sustituir de sus estructuras cognitivas, teniendo en cuenta que dicha formación está alejada de la realidad educativa, y generalmente  es impartida por profesores universitarios –con pocas excepciones-, que lo más cerca que han estado de una escuela y de la realidad escolar, fue cuando ellos eran niños y estaban escolarizados.

Por otro lado, la enseñanza forzada de ATOA, obliga a los niños a renunciar a su propio pensamiento, haciéndolos pasivos mentalmente y heterónomos intelectuales.

La manera de calcular y operar ha cambiado definitivamente desde hace  más de 30 años, pero el sistema educativo sigue sin querer enterarse de este hecho. En ninguno de los centros mencionados anteriormente  encontraremos a personas realizando los cálculos con los ATOA. Entonces, ¿por qué se dedica la mayor parte del tiempo de la clase de matemáticas a enseñar algoritmos que nadie utiliza en su trabajo? ¿Por qué personas que han realizado los estudios primarios tienen dificultad o  imposibilidad para calcular mentalmente el valor de 4 productos iguales a 0,87 euros cada uno? 

Es lamentable ver, que donde únicamente se utilizan los ATOA es en las escuela y en los institutos. Las pizarras están llenas de ellos, y los alumnos los deben saber, no porque les sirvan para desarrollar competencias básicas, sino porque sirven para sobrevivir en el sistema. En cuanto sales a la vida cotidiana, no ves a nadie haciendo esas prácticas. Sólo se verán en las tareas que se llevan los niños para su casa: “llevo una, llevo dos,…” “pido prestada…”

Esperando que nunca suceda un acontecimiento tan negativo como indicábamos en el manifiesto, sí vemos que para que pueda modificarse la enseñanza y aprendizaje de los ATOA, son necesarias decisiones políticas importantes y radicales relacionadas con la formación inicial y continua de los maestros. Así, como de quienes los preparan: ¡la universidad!  De lo contrario, sólo se seguirán poniendo parches por parte de los implicados en la renovación metodológica, y los cambios se verán a muy largo plazo, en el caso de que lleguen a verse.

2º)       Los ATOA fuerzan a las niñas y niños a renunciar a su propio pensamiento. Cuando a los alumnos se les anima a inventar sus propios procedimientos, su pensamiento va en una dirección diferente a la de los ATOA que se les enseña. En la adición, la sustracción y la multiplicación, los ATOA nos enseñan que se debe proceder de derecha a izquierda, pero las invenciones iniciales de los niños siempre van de izquierda a derecha. Cuando al alumnado se le adiestra en los ATOA, deben renunciar a sus propias maneras de pensar numéricamente (KAMII).

Ratificamos lo que dice Kamii en este punto. Animando a los alumnos a que descubran métodos para las operaciones aritméticas, vemos que a lo largo de estos años, han aparecido varios algoritmos  para la resta pensando (para otros la resta llevando. ¿Para dónde te la llevas?):  son los algoritmos personales de Francisco, Carmen, Rosa, Carolina, Isaias, Yaritza,…; procedimientos que nacen de las propias mentes de los alumnos, que han sido preparadas para la autonomía intelectual y moral.

3º) Los estudiantes necesitan conocerlos, pero no debido a su importancia matemática, sino porque ayudan a los estudiantes a tener “éxito” en la escuela. Es decir, son destrezas para la supervivencia escolar de los alumnos. Al estudiante que no sabe hacer divisiones  o multiplicaciones  se le  considera un fracasado en la escuela. Estas destrezas son destrezas de supervivencia, procedimientos que el alumno debe dominar, simplemente porque el programa de matemáticas lo exige.

Muchos colegios de Canarias, Península y Latinoamérica, han demostrado que trabajar otros algoritmos OAOA más naturales como alternativos a los ATOA, aumenta el éxito escolar, y favorece las capacidades matemáticas de los alumnos. Haciendo del área de Matemáticas, una de las asignaturas favoritas del  alumnado de nuestro centro.

En la actualidad en Canarias, el “programa” no lo exige. Pide una diversidad de algoritmos, que no se llevan a la práctica por desconocimiento del profesorado. Y  por la resistencia que ponen a cualquier propuesta innovadora que les suponga un conflicto cognitivo con respecto a su conocimiento profesional.
 El gran desafío es como cambiar la situación anterior. Los avances y los datos aportados por la investigación para mejorar nuestra vida, se ven en todos los campos de la sociedad, menos en los métodos de enseñanza y aprendizaje. Todos queremos para nuestra  salud, los últimos descubrimientos aportados por los investigadores, y que sean lo menos traumáticos posibles. Situación que no se pide en el sistema escolar, donde siguen predominando los ejercicios rutinarios y que no desarrollan competencias básicas.

4º) A comienzos del siglo XXI, no tiene sentido  dedicar la mayor parte del tiempo de la clase de matemáticas a adiestrar a los alumnos en los ATOA. En el pasado fue imprescindible sacrificar tiempo y energía en impartir destrezas de cálculo numérico. Hoy no tiene nada que ver   con formación matemática  el adiestrar seres humanos para hacer lo que las calculadoras pueden hacer mucho mejor (GUZMÁN ROJAS, 1979).
Un argumento que se oye con frecuencia en aquellas personas que quieren seguir justificando lo injustificable, la enseñanza de algoritmos tradicionales, es: “¿y si los alumnos cuando van a hacer un cálculo no tienen calculadora, qué hacen?”. La respuesta es obvia: ¿y si cuando van a hacer un cálculo no tienen bolígrafo y papel, qué hacen?

Parece mentira, que las palabras anteriores se hubieran escrito hace 37 años, y después de este largo período  de tiempo, nada ha cambiado. Estas prácticas obsoletas siguen dominando la mayor parte del tiempo empleado en  las clases de matemáticas en primaria y secundaria (funciones, límites, derivadas, integrales, matrices,…). Estamos en la época donde se puede hacer la mejor educación matemática de todos los tiempos, porque disponemos de calculadoras simbólicas y ordenadores, y se puede liberar a las personas de hacer algoritmos que hoy no tienen sentido. Pero el sistema educativo, mira para otro lado, cuando estas tecnologías deberían formar parte de la práctica cotidiana en las aulas

La enseñanza y el aprendizaje de algoritmos es necesaria porque ayudan a estructurar el pensamiento. Pero, no los ATOA. Se deben trabajar en la escuela otros algoritmos que desarrollan el razonamiento lógico-matemático, y de manera especial aquellos que estimulan el cálculo mental con números pequeños.

5º) Desde hace décadas, y de manera significativa en los comienzos del siglo XXI, las estrategias elementales de cálculo en la escuela deben ir dirigidas a dotar a las niñas y niños (futuros ciudadanos) del mayor número de habilidades cognitivas posibles para el CÁLCULO MENTAL, y dentro de este para el CÁLCULO APROXIMADO (Estimación). El exacto lo dan las máquinas, que se equivocan menos que los seres humanos.
Por lo tanto, la mayoría de las  acciones a desarrollar con la numeración en las aulas deben tener como principal objetivo: “Fomentar el desarrollo del cálculo mental y la búsqueda de distintas estrategias, favoreciendo la autonomía del pensamiento”.

Por lo anteriormente expuesto SOLICITAMOS  a la comunidad educativa mundial:

1º)       Una reconfiguración radical de los métodos y programas de enseñanza y aprendizaje con respecto a los cálculos numéricos, que abarque desde la educación infantil hasta la universidad.

2º) La abolición de los algoritmos tradicionales de las operaciones aritméticas y la raíz cuadrada de los curriculum escolares y  de los libros de texto. Y la implantación de múltiples algoritmos para cada operación que ayuden a desarrollar el razonamiento lógico-matemático y el cálculo mental.

3º)  La elaboración de nuevos programas escolares para trabajar el cálculo en la escuela, basados en la manipulación de materiales y en el uso de la calculadora para el desarrollo  del cálculo mental y la resolución de problemas. Así como fomentar la interacción y el cambio del rol de las profesoras y profesores  en las aulas.

Desde hace décadas, no tiene sentido ninguno preparar a las personas para que hagan cuentas de divisiones y multiplicaciones grandes. Estos procedimientos, no se utilizan en ningún lugar. Definitivamente el cálculo para las personas del siglo XXI ha cambiado como nunca antes. Se debe fomentar en los futuros ciudadanos  estrategias de cálculo aproximado, y con números pequeños.

El cálculo mental que hay que enseñar y desarrollar será con números pequeños y significativos, que tengan una relevancia social para los alumnos. No haremos operaciones con números grandes. Aprenderemos a leerlos, interpretarlos y si fuera necesario operar con ellos, lo haremos con calculadora.

Según hemos leído, una vez que se publicó el libro del ábaco de Fibonacci, donde se recogen los ATOA por primera vez en Europa. Estos tardaron para imponerse a la cultura dominante de la época –la romana-, unos 4 siglos. Por lo tanto, para ver un cambio significativo en este aspecto necesitaremos por lo menos un siglo, aunque nuestro deseo es equivocarnos y que se pueda modificar antes, teniendo en cuenta que llevamos más de 35 años de reformas educativas sin que ninguna se haya atrevido a abordar el punto clave  de la renovación educativa: el cambio metodológico

Vemos como se reforma la educación infantil, la primaria y la secundaria. Pero, ¿y la reforma de la universidad, cuándo?.  En relación a la formación de profesores, la universidad está perdida, se encuentra en un “exoplaneta”, ajena por completo a los problemas reales de la educación. Forman a maestros, profesores universitarios -con algunas excepciones- que lo más cerca que han estado de una escuela es cuando fueron niños o han ido a recoger a sus hijos al colegio. Su discurso es más teórico que nunca, cuando ya hay datos que aportan luces a la mejora clara de la educación matemática.
¿Quién decidió y cuándo los cálculos que se enseñan en la escuela? ¿quién tiene que modificar esta situación? Para ver un cambio notable se deben tomar decisiones políticas que hagan que se modifiquen los métodos de enseñanza y aprendizaje.

Aunque ya hay avances en este aspecto, como se pueden ver en el currículo canario para la educación primaria: “diversos algoritmos para cada una de las operaciones aritméticas…”. Es evidente que en la mayoría de las clases sólo se trabajan los ATOA. Por lo tanto, la acción política no es suficiente o debe estar dirigida a modificar las estructuras de pensamiento en el campo de la didáctica de las matemáticas por otras mejores.

Los programas se cambian cada vez con más frecuencia, en función de la agrupación política que gobierne. Pero, los resultados en las evaluaciones internacionales siguen siendo similares, sin que se note una mejoría efectiva. Entonces, ¿qué ocurre? Por lo visto, no es condición suficiente modificar los programas escolares.

Hasta ahora, no se han atrevido a afrontar una de las causas  decisivas en el fracaso escolar, que se encuentra en la renovación  de la metodología que se lleva a cabo en las aulas. Por otro lado, la calculadora sigue siendo una gran ignorada en la escuela, por desconocimiento en el uso didáctico de la misma  por parte del profesorado. Esta herramienta contrariamente o lo que piensan la mayoría-casi la totalidad- de las personas, desarrolla el cálculo mental de manera casi inmediata gracias al factor constante.

La esperanza como futuro

Seguimos adelante, día a día, validando el profundo sentido del Manifiesto que esperamos hagáis, también, vuestro.


Movimiento Matemáticas OAOA
Movimiento OAOA Matemáticas





PRINCIPIO OAOA 21


Debate sobre
LOS ALGORITMOS DE LAS CUATRO
 OPERACIONES ARITMÉTICAS

Lugar: Centro de profesores de La Laguna (Tenerife)
Fecha: Miércoles 9 de enero del 2002 ,  de 5 a 8

El profesorado asistente al curso  de formación: EL ENFOQUE CONSTRUCTIVISTA EN EL ÁREA DE MATEMÁTICAS (NIVEL MEDIO) que se celebra en el CEP de La Laguna de octubre a enero del 2002, acordó dedicar una sesión a reflexionar sobre el tema del encabezado.
Las preguntas siguientes pretenden ser una guía para provocar la discusión y el debate entre los asistentes. Algunas pueden estar repetidas. Hay unas lecturas que acompañan a las mismas, que pueden servir para argumentar las intervenciones de los asistentes, las mismas estarán en fotocopiadora de Mateo en la Calle Heráclio Sánchez de La Laguna. Algunas de ellas van en este archivo, pero no están todas.

  1. ¿Se necesitan los cálculos aritméticos tradicionales con lápiz y papel en la vida diaria?

  1. ¿Es habitual en la vida diaria hacer la división de 678,2 entre 17,4; o la multiplicación 3456 x 78, o la raíz cuadrada de 789,06?

  1. ¿Cuándo ha sido la última vez que cada uno de nosotros ha tenido la necesidad de hacer cálculos parecidos a los anteriores fuera de la escuela?

  1.  ¿Cuándo fue la última vez que hemos visto a alguien hacerlos con bolígrafo y papel fuera de un centro escolar?

  1. ¿Qué es lo que la práctica repetida de los algoritmos aritméticos aporta conceptualmente y en qué mejora la capacidad matemática de quien los hace?

  1. ¿Qué ocurre con las alumnas y alumnos que tienen más fallos que aciertos cuando tropiezan con las divisiones largas o las multiplicaciones con decimales?

  1. ¿Los estudiantes necesitan conocerlos porque les ayudan a tener éxito en la escuela?

  1. ¿Es necesario adiestrar a los alumnos  en el uso de los algoritmos aritméticos para el caso de que en la vida no dispongan de una calculadora?

  1. ¿De qué sirve para la vida diaria del alumnado dedicar alrededor del 80% del trabajo escolar a  impartir destrezas sobre los algoritmos tradicionales?

  1.  ¿Se debe sacrificar tiempo y energía en adiestrar a los seres humanos para hacer lo que las calculadoras pueden hacer mucho mejor?

  1.  ¿Se debe eliminar la enseñanza de los algoritmos tradicionales, de la raíz cuadrada y de las fastidiosas operaciones con quebrados?

  1.  ¿Por qué nos aferramos a métodos de enseñanza arcaicos postergando las oportunidades de enfrentar el desafío del futuro?

  1. ¿En qué condiciones se debe trabajar el cálculo en la escuela?

  1.  ¿Hoy en día es necesario trabajar los algoritmos tradicionales en la escuela? ¿Qué aportan? ¿para qué sirven? ¿qué utilidad tienen? ¿dónde los hacen fuera de los centros escolares?

  1. ¿Qué es más importante el cálculo o el razonamiento?¿ No será  que se desprecia el razonamiento porque es más difícil educarlo? ¿No se da mayor énfasis al resultado porque el razonamiento no produce resultados inmediatos sobre competencias numéricas?

  1. ¿Tiene sentido el cálculo tradicional descontextualizado?

  1. ¿Ha cambiado algo en las clases en la enseñanza de algoritmos tradicionales, después de la Reforma? ¿Por qué?

  1. ¿Por qué se siguen calculando derivadas complejas olvidándose de conceptuar y razonar?

  1. ¿Por qué se siguen calculando en la escuela los porcentajes con bolígrafo y papel? ¿Saben los profesores hacerlo con las calculadoras? ¿Cómo cambiar esta situación? ¿qué se puede hacer?

  1. ¿Cuál es el objetivo que hay detrás de los algoritmos tradicionales? ¿el mismo que hace 30 años?

  1. ¿Pensamos llevar al viaje del siglo XXI  formas caducas de presentar los cálculos funcionales?

  1. ¿Qué haremos con las fracciones y los decimales? ¿lo mismo de siempre?¿De qué sirve saber operar con fracciones? ¿Para pasar de curso?

  1. ¿Cuántas veces hemos usado en los dos últimos años la expresión: 7/11 + 13/15?

  1. ¿Qué ocurre con el cálculo de funciones, derivadas, logaritmos, integrales, etc?

  1. ¿Tiene sentido la resolución de ecuaciones de séptimo grado sólo basándonos en la recreación histórica?

  1. ¿Seguimos creyendo que al alumnado no hay que complicarlo con situaciones reales y razonamientos que no se entienden, y lo clave es saber cuántos autobuses de 47 pasajeros necesitamos para colocar 2345 alumnos de una escuela que no existe?


  1. ¿Estamos dispuestos a cambiar? ¿Por qué no?
PRINCIPIO OAOA 20

MANIFIESTO EN CONTRA DE LOS ALGORITMOS TRADICIONALES DE LAS CUATRO OPERACIONES ARITMÉTICAS Y DE LA RAÍZ CUADRADA (ATOA) Y A FAVOR DE LOS OAOA (Otros Algoritmos para las Operaciones Aritméticas)
Un grupo amplio de maestras y maestros de España y América Latina, después de años de investigación dentro del constructivismo en el razonamiento lógico-matemático, y ante los resultados positivos obtenidos en estos años, quiere manifestar a la opinión pública mundial preocupada por la mejora de la educación: madres y padres, profesoras y profesores, responsables educativos, ministerios de educación, universidades, editoriales, etc.; lo siguiente:
1º) La enseñanza y el aprendizaje de los ALGORITMOS TRADICIONALES DE LAS OPERACIONES ARITMÉTICAS (ATOA) ha dejado de ser útil para la sociedad mundial del siglo XXI.
                       
4.567 + 789 + 6.908 + 12.345 + 34 =                              67.987 – 8.899 =

23.456 x 78 =                                                                      789.342 : 67 =         

657,89 x 34,5 =                    6789,78 : 34,5 =                   Raiz cuadra: 899,8
           
            En la actualidad, ninguno de estos procedimientos se hace fuera de los centros escolares, y no aportan ni desarrollan  ninguna habilidad cognitiva que mejore el razonamiento lógico-matemático, siendo esto último el objetivo fundamental que debe predominar en todas las acciones que hacemos los educadores matemáticos con nuestros alumnos.
            No existe ningún centro comercial , financiero (Bancos, Cajas de Ahorros,...), empresas (gasolineras, supermercados,...), laboratorios, etc; donde veamos realizando en el año 2002 (lo mismo que hace dos décadas) las operaciones aritméticas (sumas,       restas, multiplicaciones y divisiones)  con bolígrafo y papel. Por lo tanto, esos algoritmos deben desaparecer del trabajo escolar.
En definitiva, deben morir, no son útiles. Son parte de la Historia de la Pedagogía.
Debemos esperar a la III Guerra Mundial (ojalá que nunca ocurra) , para que cambie el panorama mundial tal como lo conocemos hoy en día, y desaparezcan todos los instrumentos de cálculo electrónico, para volver a reconsiderar la utilidad de estas prácticas.

            2º)       Los ATOA fuerzan a las niñas y niños a renunciar a su propio pensamiento. Cuando a los alumnos se les anima a inventar sus propios procedimientos, su pensamiento va en una dirección diferente a la de los ATOA que se les enseña. En la adición, la sustracción y la multiplicación, los ATOA nos enseñan que se debe proceder de derecha a izquierda, pero las invenciones iniciales de los niños siempre van de izquierda a derecha. Cuando al alumnado se le adiestra en los ATOA, deben renunciar a sus propias maneras de pensar numéricamente (KAMII, ).

            3º) Los estudiantes necesitan conocerlos, pero no debido a su importancia matemática, sino porque ayudan a los estudiantes a tener “éxito” en la escuela. Es decir, son destreza para la supervivencia escolar de los alumnos. Al estudiantes que no sabe hacer divisiones  o multiplicaciones  se le  considera un fracasado en la escuela.
            Estas destrezas son destrezas de supervivencia, procedimientos que el alumno debe dominar, simplemente porque el programa de matemáticas lo exige.

            4º) A comienzos del siglo XXI, no tiene sentido  dedicar la mayor parte del tiempo de la clase de matemáticas a adiestrar a los alumnos en los ATOA. En el pasado fue imprescindible sacrificar tiempo y energía en impartir destrezas de cálculo numérico. Hoy no tiene nada que ver   con formación matemática  el adiestrar seres humanos para hacer lo que las calculadoras pueden hacer mucho mejor (GUZMÁN ROJAS, 1979).
            Un argumento que se oye con frecuencia en aquellos personas que quieren seguir justificando lo injustificable, la enseñanza de algoritmos, es: “¿y si los alumnos cuando van a hacer un cálculo no tienen calculadora, qué hacen?”. La respuesta es obvia: ¿y si cuando van a hacer un cálculo no tienen bolígrafo y papel, qué hacen?

5º) Desde hace décadas, y de manera significativa en los comienzos del siglo XXI, las estrategias elementales de cálculo en la escuela deben ir dirigidas a dotar a las niñas y niños (futuros ciudadanos) del mayor número de habilidades cognitivas posibles para el CÁLCULO MENTAL, y dentro de este para el CÁLCULO APROXIMADO (Estimación). El exacto lo dan las máquinas, que se equivocan menos que los seres humanos.
            Por lo tanto, la mayoría de las  acciones a desarrollar con la numeración en las aulas deben tener como principal objetivo: “Fomentar el desarrollo del cálculo mental y la búsqueda de distintas estrategias, favoreciendo la autonomía del pensamiento”.
Por lo anteriormente expuesto.
            SOLICITAMOS  a la comunidad educativa mundial:
            1º)       Una reconfiguración radical de los métodos y programas de enseñanza y aprendizaje con respecto a los cálculos numéricos, que abarque desde la educación infantil hasta la universidad.
            2º) La abolición de los algoritmos tradicionales de las operaciones aritméticas y la raíz cuadrada de los curriculum escolares y  de los libros de texto. Y la implantación definitiva  de los OAOA (Otros  Algoritmos para las Operaciones Aritméticas),  que sirvan para desarrollar el razonamiento lógico-matemático.
            3º)  La elaboración de nuevos programas escolares para trabajar el cálculo en la escuela, basados en la manipulación de materiales y en el uso de la calculadora para el desarrollo  del cálculo mental y la resolución de problemas. Así como fomentar la interacción y el cambio del rol de las profesoras y profesores  en las aulas.

Enero 2016











                           
PRINCIPIO OAOA 19

DESARROLLO DEL SIGINIFICADO NUMÉRICO

ESTÁNDARES CURRICULARES Y DE EVALUACIÓN PARA LA EDUCACIÓN MATEMÁTICA
NCTM, 1991       SAEM  THALES

¿QUÉ ES EL SIGNIFICADO NUMÉRICO?

El significado numérico hace referencia a un sentido intuitivo para los números y sus diversos usos e interpretaciones; una apreciación de diversos niveles de exactitud al manejar cifras, la capacidad de localizar errores aritméticos; y sentido común cuando se utilizan números...

El significado numérico no se desarrolla por casualidad, ni que el hecho de que se manipulen números indique necesariamente este conocimiento y esta familiaridad con los números.

El significado numérico se caracteriza por un deseo de que las situaciones numéricas cobren sentido.

El significado numérico es una forma de pensar que debe impregnar todos los aspectos de la enseñanza y el aprendizaje para que las matemáticas tengan sentido.

Existe un acuerdo generalizado sobre la definición del significado numérico, en los siguiente;
a)      de la misma forma en que la resolución de problemas es el motivo subyacente en el estudio de las matemáticas,
b)      durante el proceso de construcción de los conceptos matemáticos por parte del alumno, la máxima prioridad la tiene la construcción de su significado.


Los aprendizajes significativos en matemáticas no son las capacidades de hacer cálculos sino el poseer un dominio inteligente de las relaciones numéricas y la capacidad de manejar situaciones aritméticas penetrando adecuadamente su significación tanto matemática como práctica.

El significado numérico se caracteriza por lo siguiente:

1)      Entender correctamente los significados de los números.
2)      Ser consciente de las múltiples relaciones que se dan entre los números.
3)      Reconocer la magnitud relativa de los números.
4)      Conocer el efecto relativo de las operaciones numéricas.
5)      Disponer de puntos de referencia para las mediciones de objetos comunes y de situaciones en el entorno.


El significado numérico será valorado por los alumnos sólo si los profesores están convencidos de que es más importante que los alumnos vean el sentido de las matemáticas a que dominen reglas y algoritmos, que a menudo no llegan a entenderse bien. Los profesores deben también actuar de acuerdo con esta convicción. Los alumnos adquirirán un buen significado numérico cuando se dediquen a actividades que tengan un objetivo y que les hagan pensar sobre los números y relaciones numéricas y establecer conexiones con la información cuantitativa que ven en su vida diaria.

EL PAPEL DE LOS PROFESORES EN EL DESARROLLO DEL SIGNIFICADO NUMÉRICO.

En lugar de ser un tema separado que se puede tratar en una unidad docente, el estímulo del sentido numérico debe formar parte de toda la enseñanza de las matemáticas y ser un tema subyacente en las matemáticas como actividad que busca dar sentido. Los profesores desempeñan un papel fundamental  en la construcción del significado numérico en cuanto al tipo de  atmósfera que creen en el aula, la práctica docente que empleen y las actividades que seleccionen.

Al tratar de desarrollar el sentido numérico en los alumnos, los profesores tienen antes que crear una atmósfera en el aula que anime a los alumnos a  explorar, cuestionar, verificar y buscar el sentido, y después tienen que seleccionar actividades que hagan que el alumno se implique en las matemáticas de forma interactiva.


En las aulas donde se le da prioridad al significado numérico, los profesores se convierten en guías y moderadores en vez de ser proveedores de respuestas. El objetivo de “una sola respuesta correcta” que se deriva de la idea de “un algoritmo preferido” se sustituye por un objetivo de múltiples estrategias de resolución que tienen sentido para los alumnos y son generados por ellos. El centro de atención pasa de buscar una solución en concreto a investigar cómo se consiguió la solución.