MARCO TEÓRICO MOVIMIENTO OAOA. Está formado por las miles de ideas y ganas de hacer una mejor educación matemática de cientos de docentes de todos los niveles (infantil, primaria, secundaria y universidad), de muchos lugares de España y América Latina. Su aportación ha enriquecido la metodología OAOA, dando lugar al nacimiento de un Movimiento OAOA para renovar radicalmente la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas. A este proyecto OAOA se unen la nuevas tecnologías, y el uso adecuado de las mismas para el desarrollo del razonamiento lógico matemático en el siglo XXI.
PRINCIPIO OAOA 24

CÓMO SE ENSEÑA LA ARITMÉTICA
Domingo Tirado Benedí
Fernández editores, s.a. México (1953)

Capitulo V: El material para la enseñanza del cálculo y de la medida

LAS MÁQUINAS DE CALCULAR (pág 91)

Hemos preconizado la iniciación en el cálculo mecánico (cálculo con máquinas) para los alumnos de los últimos grados de la escuela primaria y para los practicantes en los cursos complementarios, sobre todo de las escuelas y de los grupos escolares de las ciudades.

*La preocupación por parte de los docentes por la introducción de tecnología en las aulas, no es nueva. Ese interés es tan antiguo como la escuela misma. Y de la misma edad son los grupos ideológicos que se oponen a su uso en las clases. ¿Por qué? ¿cuáles son las razones y sus argumentos?.

 Estas máquinas son ya vulgares en las oficinas públicas y de estadística, en las casas importantes de comercio, en las empresas de ferrocarriles, de navegación, de seguros, bancos, etc., por esta razón su conocimiento se va haciendo cada vez más necesario, lo mismo que sucede, en otro orden, con las máquinas de escribir.

*Si las máquinas de calcular de 1953 se consideraban habituales en las oficinas y centros de trabajo, que podríamos decir hoy en día de las calculadoras, que podemos considerarlas universales. ¡Están en todas partes! Menos donde se debería enseñar a usarlas con un sentido práctico: la escuela.

Es indudable, por otra parte, que la escuela no debe encerrarse en las cuatro paredes de la sala de clases y que, en las visitas escolares debe ponerse en relación con las fábricas, talleres y oficinas de las mencionadas empresas. Por eso vemos con gran complacencia, que muchos manuales escolares, destinados a los citados grados, dan cabida a lecciones y ejercicios sobre el empleo de tales máquinas, sobre todo de las marcas principales y más conocidas: aritmómetros, contómetros, adógrafos (máquinas sumadoras, regla de cálculo, planímetro, etc.

*En la actualidad (siglo XXI), vienen orientaciones específicas en los curriculum oficiales y en los libros de texto sobre el uso de la calculadora en todos los niveles educativos. Pero, siguen sin tenerse en cuenta para nada  estas indicaciones en las aulas. Los profesores que utilizan estas herramientas son muy pocos.

Hay pedagogos (en particular muchos de los pegados a la rutina tradicional y entusiastas preconizadores de la quincallería pedagógica a que hemos aludido antes), que se oponen tenazmente a la iniciación en la escuela del cálculo mecánico: pero sus razonamientos teóricos se estrellan contra los hechos que lo imponen, de la misma manera que resultaron inútiles todas la impugnaciones que se hicieron en otros tiempos, todavía no muy lejanos, contra la introducción de la maquinaria en la técnica industrial y en la agricultura. Acorralados con estos incontrovertibles argumentos pragmáticos, dichos metodólogos se aferran al la complejidad de la técnica del cálculo mecánico y a la imposibilidad  de su introducción en la escuela por la cuantía o costo de los aparatos. En cuanto a lo primero, replicamos sencillamente que no es cierto, en modo alguno que el cálculo con máquinas sea complicado y difícil, sino mucho más sencillo que el ordinario y tiene sobre él la incomparable ventaja de su rapidez y de su seguridad.


*En el año 1979, en las primeras jornadas de la Sociedad Canaria “Isaac Newton”, había un grupo de profesores que trabajó sobre “el uso de la calculadora”, señalando como conclusiones la dificultad para el uso de las calculadoras: el costo de las mismas; y el inconveniente de su uso para el cálculo mental (punto de vista que no es cierto).

En cuanto al segundo extremo podríamos replicar que más caras son las máquinas de escribir y ya las tenemos abundantes en muchas escuelas, pero tal respuesta no se ajustaría a  nuestras ideas, toda vez que la objeción implica un concepto de la escuela muy distinto del que preconizamos. Sabido es que en las escuelas vocacionales, industriales y de preaprendizaje se tropezaba también, al organizar sus enseñanzas, con el inconveniente de la carestía de la maquinaria y del material y su imposibilidad de renovación al mismo compás del progreso de la técnica; pero que justamente, el plan cooperativo, ideado y aplicado en Cincinnati (EEUU) por Herman Schneider ha dado la clave para resolver esta dificultad . Además, el principio en el que se fundan muchas de tales máquinas es tan sencillo (regla de cálculo o lagaritmica, combinaciones de discos y cilindros giratorios, planímetros, intégrafos, etc), que hasta pueden ser construidos con extraordinaria y sorprendente facilidad con el propio taller de la escuela.

*Por suerte, no tenemos que preocuparnos por construir las calculadoras en la escuela, sólo de hacer un uso adecuado de la misma para el desarrollo del cálculo mental y la resolución de problemas.

      La relación íntima que debe existir entre la escuela y su medio (el hotar, el pueblo, el campo, el taller, la fábrica y la oficina), cuando sea otra cosa distinta de vanos proyectos teóricos, permitirá la más fácil y eficaz solución a estas cuestiones, que en la vieja escuela, aislada, hermética y alejada del trabajo social, naturalmente, eran de imposible solución.

*Es incomprensible que en el año 2012 las calculadoras sigan sin entrar de manera definitiva en el sistema educativa, y los profesores sigan explicando algoritmos inútiles (primaria, secundaria, bachillerato y universidad)que nadie utiliza en la vida cotidiana o en el mundo laboral.


Domingo Tirado Benedí fue un maestro español que emigró a México por la Guerra Civll Española.  En México desarrolló una gran labor docente y educativa en diferentes campos  sociales.

*Comentarios de Tony( tonycapicua@hotmail.com)

Cuestiones para reflexionar:

1.¿Qué ha cambiado después de 50 años?
2.En el uso de las calculadoras, ¿Por qué  se sigue pensando lo  mismo que hace 60 años?
3.¿Dónde está tu mente de profesor/a, en los años 1950 o en el siglo XXI? ¿Por qué? ¿Cuánto tiempo vas a seguir así?

4.¿Qué se puede hacer para modificar los esquemas de pensamiento de los profesores de matemáticas?
Reviewed by Unknown on marzo 13, 2016 Rating: 5

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