CATORCE CHARLAS sobre
NÚMEROS EN COLOR
Capitulo I: Consejos a los principiantes
Madeleine Goutard
Editado por Cuisenaire de
España Madrid (1964)
La mayor parte de las maestras y maestros experimentan una cierta aprensión al
lanzarse a la práctica de un método tan diferente de todo lo que han conocido
hasta ahora. Son comprensibles estos temores,
pues no basta estar persuadido de que el método es bueno
y comprar el material, para que la enseñanza de las Matemáticas mejore
inmediatamente. Las regletas de Cuisenaire no son un procedimiento al que
baste plegarse pasivamente:
exige una conversión total de la actitud docente, y el que
quiera aventurarse en él ya no puede seguir siendo la misma persona que hasta
el momento de decidirse.
También puede ocurrir que se posean las regletas y
se continúe enseñando de la misma manera
que antes pues “el método” no reside ni en el material (por
indispensable que éste sea) ni en los textos, del mismo modo que la música
no reside en el instrumento ni en la partitura: hay que recrearla por completo,
y para esto hace falta un virtuoso. Pero
no se convierte uno en virtuoso de la noche a la maña; para llegar a serlo hay
que practicar.
Los
resultados pueden ser muy diferentes de una clase a otra, según el grado de
preparación de las maestras y maestros. Confio muy poco en el éxito de aquellos
a quienes se impone “el método” contra su voluntad. Pero a todos los educadores
de buena voluntad que me dicen:
“Prefiero esperar a dominar el método antes de lanzarme”, les contesto: “ Las regletas de Cuisenaire no es algo que
haya que aprender de memoria para luego repetirlo: sólo lo conoceréis
practicándolo, y sólo lo dominaréis a fuerza de años de experiencia”.
Es
posible introducir las regletas en un grado cualquiera y en cualquier
momento del curso escolar, porque no se trata de enseñar las regletas de
Cuisenaries, sino de enseñar Matemáticas, no siendo las regletas más
que un “modelo matemático” que, por
su excelencia, puede facilitar grandemente su aprendizaje. Vale más dejar que
una maestra o maestro de una clase adelantada y que no haya recibido más que
una leve iniciación intente la experiencia, que imponerlo a maestros de la
clase más elemental insuficientemente o nada preparados.
Es importante que las maestras y
maestros principiantes no se queden aislados. Si en una misma escuela
varios profesores emprenden la aventura Cuisenarie, es importante que trabajen en estrecha colaboración y se
ayuden mutuamente. Es importante que los que viven en el mismo barrio o en la misma región se reúnan
periódicamente; que visiten a otros colegas que ya tengan alguna experiencia. Es
importante que quien se lance a
practicar con las regletas rompa con los
hábitos dogmáticos para adoptar una actitud de investigación, y la
investigación se estimula con los numerosos contactos...
Reviewed by Unknown
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marzo 13, 2016
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