- ¿de quién son estos libros?
- ¿quién los escribe, para quién y por qué?
- ¿conocen los autores a los alumnos que los
usarán o a los enseñantes que se basarán en ellos para enseñar?
- ¿Aceptarán los autores ser responsables de los
niños que no pueden aprender?
- ¿Aceptarán los autores el mérito si los alumnos
tienen éxito?
PRINCIPIO OAOA 11
LA ENSEÑANZA DE LAS MATEMÁTICAS
BASADA EN LIBROS DE TEXTO
Texto
extraído de:
BISHOP,
A.J.: “Enculturación matemática”
La educación matemática desde una perspectiva
cultural.
Paidos. Barcelona (1999) páginas 28 y 29
Muchas clases de matemáticas de
todo el mundo son testimonio de la subordinación de la enseñanza basada en textos y, de
hecho, son muy raros los enseñantes que rechazan estos textos. En algunos
sistemas educativos existe un libro de texto cuyo empleo es obligatorio. Ese
libro es “la biblia”: sacraliza las matemáticas escolares. En otros
sistemas, los enseñantes pueden escoger entre un conjunto de libros
recomendados y en otros sistemas aún más abiertos el enseñante tiene libertad
para explorar los recursos que crea convenientes. Pero la mayoría de los
sistemas educativos del mundo esperan que los enseñantes utilicen algún libro.
Pero,
El hecho de
que los libros de texto ejercen un control es bien sabido (por eso muchos
sistemas del mundo se basan en un solo libro). El hecho de que controla
tanto al enseñante como a los alumnos también es bien sabido por
quienquiera que haya enseñado con un libro de texto o que haya aprendido con
él. Entonces,
6. ¿dónde reside la
responsabilidad que debe acompañar a este control?
Naturalmente,
se suele considerar que esta responsabilidad recae en el enseñante. Pero si la
enseñanza está siendo controlada por el libro de texto,
7. ¿debe recaer esta
responsabilidad en el enseñante?
Si la
responsabilidad tiene que recaer en los enseñantes, como creo que debe ser,
entonces no deben estar controlados, al mismo tiempo, por el libro. Deben
tener la ayuda y el apoyo de materiales y actividades sobre los que ellos
tengan control para que puedan ayudar a sus alumnos y sólo ellos pueden
juzgar si comprenden bien o no.
Por lo
tanto, el control ejercido por el libro de texto impide en realidad que los
enseñantes conozcan a sus alumnos y, en consecuencia, les impide ayudarles con
eficacia. Como los libros de texto “a prueba de enseñantes” se idearon
para que los utilizaran enseñantes inexpertos, podemos imaginar en qué medida
un libro de texto detallado y cuidadosamente planificado puede “descapacitar”
a un enseñante y acabar siendo menos efectivo a corto plazo y totalmente
contraproducente para los enseñantes a largo plazo.
En el otro
extremo encontramos que a algunos niños se les enseña matemáticas de una
manera aún más impersonal; utilizan lo que se denomina “materiales
individualizados”. Los diseñadores de estos materiales no pueden presuponer nada acerca del enseñante y, de
hecho, ni siquiera pueden presuponer que haya un enseñante. Por lo menos, el
autor de un libro de texto puede redactar un manual para el enseñante que lo
acompañe. Pero, según se dice, lo “bueno” de los materiales individualizados
es que no necesitamos la presencia de un enseñante real.
En la actualidad, algunos de estos materiales
están apareciendo en pantallas de microordenadores – material individualizado
electrónico - y constituyen el “no va
más” tecnológico de la enseñanza basada en textos. Esta enseñanza puede ser
individualizada, pero nunca podrá ser personalizada. La única persona que quizá
puede personalizar la enseñanza es el enseñante, siempre y cuando se le dé una
oportunidad. Pero cuanto más intervenga el texto – o la máquina – menos
oportunidades tendrá el enseñante de personalizar su enseñanza.
Por lo tanto, deberíamos
tener sistemas que no estén basados en libros de texto y formar a los
enseñantes para que no dependan de ellos. Debemos dejar que el
enseñante controle los materiales, no al revés, y demostrar que la
responsabilidad de la enseñanza recae en el enseñante y no en el texto.
Lo que de verdad necesita un enseñante no es un
texto, sino actividades y recursos que contribuyan al desarrollo de los alumnos.
Lo que de verdad necesita el alumno no es untexto, sino un entorno de
aprendizaje apasionante, cálido, comprensivo e intelectualmente estimulante.
Ninguna de las partes del proceso pedagógico necesita textos. Entonces,
8. ¿por qué los textos tienen que ser tan
dominantes?
******************************************************************
CUESTIONES PARA EL ANÁLISIS Y LA REFLEXIÓN.
1.
¿Cuál es tu dependencia en la práctica profesional del
libro de texto? ¿ninguna, media, total,...?
2.
¿El libro de texto es para ti un recurso que tu
utilizas o es quien dirige tu trabajo en el aula?
3.
¿Seleccionas las partes del libro de texto que te
interesan o tu preocupación es “dar” todo?
4.
¿Te crees en la obligación de dar todo el libro de texto
porque las madres y padres se gastaron el dinero en comprarlo?¿Por qué?
5.
¿Qué criterios sigues para seleccionar un libro de
texto de matemáticas? ¿Qué criterios has tenido en cuenta para seleccionar el
que utilizan tus alumnos actualmente?
Reviewed by Unknown
on
marzo 13, 2016
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